PARA
LA VIDA
No
existe una oración para la vida,
secreta,
que el descanso en tierra inerte
destruya
y que por siempre nos despierte
sellando
al sueño eterno la salida.
No
existe una oración que repetida
allí
donde el camino se convierte
en
un punto y final, de pronto acierte
y
el alma vuelva al punto de partida.
Qué
cuerpo animarás que no se acabe
por
mucho que lo escojas sano y fuerte
y al
punto la existencia no se trabe
cuando
se eche a tus pies la mala suerte.
Quién
nos podrá advertir, si Dios no sabe
con
qué intención irá a venir la muerte.
TADEO
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