domingo, 20 de abril de 2014

FUEGO MALDITO

 
FUEGO MALDITO
 
Muchacha que mirabas tu herida ante el espejo
distante de los dioses, y con el infinito
abierto ante tus manos, y presa del delito
de descruzar las piernas al oficio más viejo.
 
Muchacha que en lo oscuro, gozabas el cortejo
de los dedos trepando sobre el corcel del grito,
y gimiendo a lo eterno por el fuego maldito
brindabas nuevas aguas a su calor añejo.
 
Hirviente, delirante, imberbe en los placeres,
muchacha que te estrellas del placer contra el muro
¿qué testigo en la sombra te salva cuando mueres?
 
¿qué martirio, qué empuje, qué cálido conjuro
coloca, misterioso, la mordida que infieres
en los labios sedientos de tu fruto maduro?
 
TADEO