EL
ELEGIDO
Sentí
que era del mar el elegido,
andaba
por la playa, nadie había
tan
sólo yo y mi sombra en una fría
mañana
de encontrarme en lo perdido.
No
hizo falta su voz, bastó el sonido
que
todos los silencios los amplía
y
cuando a despertar llamó el vigía
tocado
fui de amor y luego hundido.
Las
olas en reunión, en asamblea,
pidieron
al monarca del tridente
llevar
hasta mi cuerpo la marea.
A
salvo de las costas, mansamente,
desnudo
me encontré de toda idea
flotando
como un barco en la corriente.
TADEO
2 comentarios:
Me impacto: a salvo de las costas...no sé me hizo pensar, que tan a salvo se puede estar navegando a la deriva.
Igual entiendo lo que dices...
Cariños...
Hola Oriana:
Ante todo agradecer tu paso por mis versos. Sobre lo que dices, acerca del verso, a salvo de las costas, eso es lo que tiene la poesía, que nos ayuda a mover nuestro pensamiento sin crear tantos problemas. En el mundo real todo es más complicado. Besitos.
Tadeo
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