domingo, 28 de octubre de 2007

HOY ES MI CUMPLEAÑOS



HOY ES MI CUMPLEAÑOS

Viene a sumarse otro año
a mi fundido esqueleto
lo recibo así de escueto
y si se atonta lo engaño.
No quiero que a hacerme daño
con alguna enfermedad
venga a mí su majestad
el Tiempo con su regalo.
Que siempre te pones malo
y esa no es mi voluntad.

Que vengan lentos, que vengan
los años a convivir
con mi cuerpo, ¿preferir?
que no lleguen, que detengan
su invasión anual, que tengan
un poco de sentimiento
porque llegado el momento
los años se te acumulan
y ya no se disimulan
si es tan grande el cargamento.

Pero tranquilo y contento
tengo que seguir andando
pues me están felicitando
por este acontecimiento.
No les miento, no les miento
si les digo que feliz
recibo esta cicatriz
de mis treinta y seis abriles
que preparen los barriles
de buen vino y los condones.

Vengan quesos, salchichones
chorizos, jamón del bueno
y a formar el desenfreno
con los buenos chipirones.
Vengan también las canciones
de mi tierra, y a bailar
nos vamos a dedicar
con familiares y amigos
Ustedes son los testigos
de que voy a celebrar.

Bueno, los voy a dejar
que me llegan los parientes
todos traen largos los dientes
y ya vamos a picar
la tarta, el queso de untar
y mi ordenador, su cable
resulta algo indeseable
para tirar un pasillo
así que Tadeo, el viejillo
ya despide al respetable.

TADEO

martes, 16 de octubre de 2007

DESAMPARO


DESAMPARO

Y qué capricho el tuyo de estar lejos,
y qué sereno el llanto cuando miro
desde la esclavitud de mi retiro
tu sombra detenida en los espejos.

No son de tus pupilas los reflejos
que ruedan a placer cuando deliro,
ni cabe tu suspiro en mi suspiro,
ni guarda en mí el amor sus aparejos.

No te va a fusilar esta ternura.
No tienes que temer si algún disparo
te toca, porque suele ser la cura

del alma del farero sin su faro,
del loco que ha perdido su locura
en la vieja estación del desamparo.

TADEO

PROPOSICIONES


PROPOSICIONES

Usted que tiene el alma, no sé, ¿como diría?
de riqueza tapiada, con dos bellos balcones
blindados al pecado de las preocupaciones,
con muebles tapizados en su monotonía.

Usted si se propone vivir, si usted querría,
cambiar su muy lujosa mansión, le doy opciones,
yo tengo un adosado de dos habitaciones,
con baño y con cocina, y mucha compañía.

¡Qué Bien la pasaría matando soledades,
mostrando en la Gran Vía su estrenada jaqueca
por culpa del bullicio feroz de las ciudades.

Tal vez le gustaría, si es que su vida trueca
un poco por la mía, vivir mis vanidades:
dormir con mis fantasmas, pagarme la hipoteca.

TADEO

EL TIEMPO


EL TIEMPO

El tiempo es el renglón, el pentagrama
donde escriben los hombres cada día
su música vital, su sinfonía,
ajenos al destino y su programa.

Invento de Yavé, de Einstein, de Brahma,
la cuarta dimensión en armonía
con el eco del sol, con la energía,
el polvo, el río, el vendaval, la llama.

La senda, el escalón al absoluto,
la eterna magnitud devoradora
de todo lo que tiene su minuto

de nacer y morir, y se evapora
dejando en el recuerdo, diminuto
la sombra del ayer, hora tras hora.

TADEO

EL MARINO


EL MARINO

En la barra del bar de cada puerto
existe un barco hundido, una tormenta,
una voz que se apaga y que lamenta
la muerte del marino que no ha muerto.

Ausente del azul del mar abierto,
tan sólo le entusiasma y le contenta
mirar como Neptuno se violenta
y deja el malecón al descubierto.

Entibia su café, prende el habano,
Y vuelve lentamente a ser el hombre
que a ratos es un niño o un anciano,

sin que a nadie le importe ni le asombre,
su sueño de una noche de verano,
perdido en ese mar de los sin nombre.

TADEO

PROMETEO


PROMETEO

Ya muerto, ya ceniza, ya trofeo
sobre el altar mayor de los amores
descansa aquel amor con los honores
de ser un argonauta del deseo.

Imitando al astuto Prometeo,
del cáliz de su piel, de sus ardores,
queriendo eternizar sus resplandores,
robé la lumbre en celestial saqueo.

Un suspiro entregó la misteriosa
mujer, y en el naranjo del futuro
grabó mi nombre y dijo: aquí reposa

el candil de los dioses, junto al muro
de la felicidad, pero la diosa
me estaba condenando al lado oscuro.

TADEO