jueves, 27 de marzo de 2008

SI TE PREGUNTO DIOS


SI TE PREGUNTO DIOS

Si te pregunto, Dios, no digas dónde,
que nada he de saber de su escondite,
no sea que se afane o que se agite
el pez de la ilusión donde se esconde.

Si te pregunto, Dios, y me responde
el eco del pasado, si permite
el cuenco del amor que deposite
mi cuerpo en su interior, si corresponde

su piel al crepitar de mi latido,
y me he tornado lumbre y ese fuego
que soy se insubordina, y ha querido

tatuar sobre el destino al que me entrego
un barco que la saque del olvido,
no escuches, no me salves, te lo ruego.

TADEO

miércoles, 26 de marzo de 2008

EN LA MUERTE DEL AMIGO


EN LA MUERTE DEL AMIGO

¿A dónde te has marchado, viejo amigo,
o acaso he sido yo, que no despierto,
y mezclo lo imposible con lo cierto
y soy de nuestro abrazo el enemigo?

De este encuentro ferviente que persigo,
de este amago de amor al descubierto,
se queda el camposanto medio muerto
si viene tu silencio a hablar conmigo.

Te brindo como ajuar la luna nueva
con todo su delirio de rey mago,
el sol, y que la muerte no se atreva

a preguntar por ti, que ya hace estrago
negándose a decir dónde te lleva
cuando de tanta soledad me embriago.

TADEO

viernes, 21 de marzo de 2008

LA PARCA

LA PARCA

Alzó en mi corazón una chabola,
un puente de cristal definitivo,
un lecho para muertos, donde vivo
amándola y a punta de pistola.

Un centro comercial, una ikastola,
un cine, un cementerio fugitivo,
y el cincel de Rodín, (muy pensativo)
violando y sin violar al que la viola.

Una fuente, un andén, una campana,
el sexo los domingos, brisa a brisa,
junto el gorrión azul de la ventana.

Le chupo las falanges cuando guisa
la Parca su langosta cotidiana,
y a cambio, moriré de una sonrisa.


TADEO

sábado, 15 de marzo de 2008

HEREJÍAS


HEREJÍAS

Al viento las campanas de tu risa
los rescoldos avivan de mi hoguera,
y noble, el corazón de la madera
acelera el delirio de la brisa.

En el altar del fuego se divisa
ese fuego mayor de tu cadera
que mueves exultante y lisonjera
al ritmo de la magia que improvisa.

Apretando la cruz en el bolsillo,
repaso tu estatura, y por cobarde,
destruyo, de la magia, aquel castillo

que en sueños fabricaba, (Dios me guarde)
olvidando el deber de monaguillo
en medio de la misa de la tarde.

TADEO

sábado, 1 de marzo de 2008

VELETA


VELETA

Ya no, estas manos, con tu piel perfumo,
si vienes de otro altar y de otra altura
negando la remota arquitectura
del templo que erigimos sobre el humo.

Con esa levedad de fruta, el zumo
sabroso que exprimí de tu cintura,
se vuelve vino amargo, y su amargura
no es apta para darme a su consumo.

Renuente el corazón cuando no place
batir, batir, batir, como contento,
sabiendo de antemano el desenlace.

No empieces a soplarme tu argumento,
que no me sienta bien ni me complace
ser la veleta que se rinde al viento.

TADEO