viernes, 22 de agosto de 2008

PERDÓNAME


PERDÓNAME

Pongo sal en el vientre de la luna
y veneno en tu boca, ¡Qué dislate!
Te hice daño, tu corazón no late,
se ha marchado de golpe la fortuna.

Busca el llanto Satán en su chistera
y digo sin pensar un disparate:
“Defenderé este amor aunque me mate,
la querré para siempre aunque me muera”.

No te divorcies, vida, de mis brazos,
ni dejes de escuchar mis confesiones
aunque tengas el alma hecha pedazos.

Quise llenarte el pecho de ilusiones
y sólo te di celos y rechazos.
Te pido, por favor, que me perdones.

TADEO

martes, 12 de agosto de 2008

PUNTO MUERTO


PUNTO MUERTO

Inútil, Dios, tu corazón y el sueño.
Tristes también. Del oro que más duele
salta una luz extinta y algo huele
a tempestad sin compasión, sin dueño.

Rechina el alma que a morir le enseño.
No quiero que, asustada, al monte vuele
de la memoria, y luego se congele
huyendo de esta cruz que le diseño.

Al menos en mis ojos algo brilla.
No me preguntes qué, ni por qué oculto
el rostro, de la angustia en una orilla.

No quieras a esta pena darle indulto
ni ser por compasión otra costilla
de un varón ya cadáver insepulto.

TADEO

jueves, 7 de agosto de 2008

YO NO SÉ


YO NO SÉ

Un túnel, yo no sé, mas lo presiento,
escondido en tu cuerpo, en una esquina,
a donde mi latido se encamina
invitando la sangre al movimiento.

Un valle, una cascada donde el viento
al son de los suspiros se amotina,
y cerrando la entrada, una cortina,
de humo que en los sueños me la invento.

Dos cántaros de leche, tentaciones
de regia exquisitez, y justo al lado
tu pelo rematando mis visiones.

Y luego de admirarte ensimismado,
¿quién va a pensar, leyendo estos renglones,
que aún no existe tu piel ni te he encontrado?

TADEO

martes, 5 de agosto de 2008

POR QUÉ ESTAS ALAS


POR QUÉ ESTAS ALAS

¿Por qué estas alas de repente brotan
al centro de mi alma, en la medida
en que el salto mortal o la caída
al abismo, mis muertes alborotan?

¿Por qué me hacen flotar y al viento flotan
eternas las gaviotas de la vida?
si yo quiero morir como un suicida
y tantas vidas muertas me derrotan.

Cuando empiece a morir, si es que es posible,
romper de la existencia el triste velo,
voy a echarme a volar de indescriptible

gozo en las sombras, y será mi anhelo
meter mi cuerpo muerto en lo invisible
para ver tu dolor mojar el suelo.

TADEO

domingo, 3 de agosto de 2008

DECIR O NO DECIR


DECIR O NO DECIR

Les niego el cómo, porque ignoro cuándo
debo dar el por qué cual corresponde,
si me pregunta quien no sabe dónde
yo le respondo a su inquietud, callando.

Decir o no decir se salda dando
silente información del que se esconde
si toca preguntar y le responde
el eco del que nunca estuvo hablando.

Será que el innombrable no quisiera
mostrar su contenido y continente,
pues si de mi persona dependiera,

el cómo, cuándo y dónde, complaciente,
con todos los por qué, les concediera
poniendo a los curiosos al corriente.

TADEO