EN EL EXTRAÑO BAZAR
Un kilo de tormentas de verano,
un festival de rayos y centellas,
un trueno que retumbe en las estrellas
un Vesubio que asuste al Vaticano.
Te compro, si es que tienes a la mano,
diluvios, que me han dicho que embotellas,
de plagas de langostas, dos de aquellas,
dos barriles con larvas de gusano.
También tengo invasiones, reconquistas,
aviones para guerras espaciales,
las bombas y también sus terroristas
con daño y destrucción colaterales.
De veras tentador, pero no insistas.
Sólo compro desgracias naturales.
TADEO