OBRA DE DIOS,
BENDITA LEY SUPREMA
Obra de Dios,
bendita ley suprema,
al contemplar
tu rostro, satisfecho
quedó y con
las manzanas de tu pecho,
pues la
belleza en ti se vuelve extrema.
Obra de Dios
que contra Dios blasfema
pues sientes
que te asiste ese derecho,
del fuego
mismo tu carácter hecho
al mismo Dios
y a su indulgencia quema.
Mas no hay en
Dios rencor, ni habrá quebranto
pues hay
tanto del Cielo en tu franqueza
y de los
mares en tus ojos tanto
que aunque a
Dios digas no con la cabeza,
cuando
muestras desnuda tu belleza
el diablo que
hay en ti se vuelve santo.
TADEO
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