LLANTO
Cuando
estás, porque estás, cuando te has ido
¿por
qué te has ido pues?, si yo quería
cortar
de mis pupilas la sangría
rasgándole
la piel a tu vestido.
Y si
vienes después, ¿por qué has venido?
a darme
de esta forma muda y fría,
el
llanto en su inclemente letanía
trenzando
de la lluvia su fluido.
No
pienso ante el dolor alzar un muro
cobarde,
y guarecerme en lo indoloro,
huyendo
del sendero recto y puro.
Dios
puso en cada lágrima un tesoro
y el
alma aún en tinieblas y en lo oscuro
se
alegra cada vez que por ti lloro.
TADEO
2 comentarios:
Una belleza absoluta tu soneto!! Aunque no quieras, desnudas tu corazón cuando escribes, y eso es maravilloso.
Un gran abrazo.
Querida Oriana:
Muchas gracias por tus palabras. Sabes, el único modo de llegar a algún sitio en poesía, es arriesgarse a ser uno mismo. Si no pones el corazón y si no pones tu vida encima de la mesa, entonces difícilmente puedas llegar a ser auténtico y creíble. Besitos
Tadeo
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