CUANDO
MARCHAS
Cuando
marchas ausente de mis manos
apagada
de mí, pero encendida,
cansada
de avivar con nuestra vida
romances
entre moros y cristianos.
Igual
que Blanca Nieves, tus humanos
deseos
de hacer bien a quien te cuida
te
alejan de mi luz y vas rendida
a
parirle a la sombra siete enanos.
En
la página gris de mi diario
en
vez de darme al vicio de las quejas
diré de ti lo justo y necesario.
Te
engañas cuando piensas que me dejas
atado
a este sufrir, por el contrario,
más
cerca estás de mí cuando te alejas.
TADEO
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