sábado, 22 de septiembre de 2007

ELENA DE TROYA


ELENA DE TROYA

Nada agradece de su rapto Elena.
Después de la contienda que hubo en Troya
escapa del destino de ser joya
hundiendo sus sandalias en la arena.

Se marcha y la leyenda desordena,
y por si Menelao no la apoya
sus propias estrategias desarrolla
rompiendo de una vez con su condena.

Tan sólo por capricho de una diosa
a Paris fue entregada sin permiso,
por ser, mujer mortal, la más hermosa.

Haciendo de los dioses caso omiso
se marcha como fiel y buena esposa
en busca de su antiguo compromiso.

TADEO

2 comentarios:

Anónimo dijo...

redondo. y desmitificador, como ha de ser. éste me ha gustado más que el primero. tiene más unidad. muy bonito! Lolo

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Lolo:
Ya ves, este es de esos poemas que no me entra en ninguno de mis cuadernos de versos. El tema no tiene que ver con los demás. Un abrazo:
Tadeo