viernes, 18 de mayo de 2007

LA BENDICIÓN DEL AGUA


LA BENDICIÓN DEL AGUA

Al árbol le ha crecido un corazón
y luego, dos manzanas suspendidas
cual juego malabar, y conmovidas
escuchan de las flores su canción.

Cansado, tras la fértil oración
que al Cielo con sus hojas detenidas
gritaba, las semillas esparcidas,
repiten a las nubes el sermón.

Mirando va la fruta los deslices
del agua milagrosa que se asoma
allí donde naufragan sus raíces.

Y cuando la mañana allá en la loma,
nos pega con la tarde en las narices,
el cielo, gota a gota, se desploma.

TADEO

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Maravilloso Tadeo! me encanta la frescura de tus versos, tan claro y tan vivaz! es como el despertar de la vida, tiene la fuerza del milagro.
Chau te felicito por tu vastísima producción; es una bendición la que tenés.
Un saludo.
O.T.A.L

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

hola amiga:

Me alegra mucho verte por mis versos, y me alegra que este soneto te haya gustado. Un abrazo:
Tadeo