martes, 27 de marzo de 2007

ÁNGEL Y DEMONIO


ÁNGEL Y DEMONIO

Mirándose en los ojos de febrero
debajo de la piel, de la camisa,
mi torpe corazón viaja con prisa
llevando en su interior un hormiguero.

¡Qué súbito el amor, qué desespero!
saber que en la distancia se divisa
la tierna majestad de la sonrisa
de aquella de quien soy el carcelero.

Soy leño de su fuego, de su llama,
y doy de sus amores testimonio
rodando sigiloso por su cama.

Dos almas que se dan en matrimonio,
y allí donde la noche se derrama
amantes duermen ángel y demonio.

TADEO

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