
CUARTO MENGUANTE
La luna se marchó dando un portazo
sintiéndose menguante y humillada,
al tiempo que una sombra despeinada
dormía junto al fuego de mi abrazo.
Tal vez por el dolor de mi rechazo
aquella prefirió no decir nada,
sabiéndose mujer predestinada
a hacerse con mi amor a corto plazo.
¡Y cómo calculó la pitonisa
de bien el devenir de mi futuro!
Tres meses me duró la "Mona Lisa".
Y hoy, triste, derrotado y en lo oscuro,
la luna dice: "ya no tengo prisa
en darme a ese mortal tan inmaduro".
TADEO
2 comentarios:
Genial!!!
Vaya, vaya, yo que tengo este soneto descartado, jejeje. Un abrazo y gracias por tu opinión.
Tadeo
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