
DESNUDA
Ayer la visité mientras dormía.
Al sueño se entregaba dulcemente.
Entré a su habitación y de repente
suspiro cadencioso me envolvía.
Desnuda la ilusión permanecía,
y yo con mi vestido transparente,
un beso angelical puse en su frente
al tiempo que dormida sonreía.
Su cuerpo perfumaba aquel instante,
abierta la hendidura del pecado,
y viéndome dispuesto y excitado
con tanta madrugada por delante,
no quise yo, en mi sueño, ser su amante
pues nunca más me hubiera despertado.
TADEO
No hay comentarios:
Publicar un comentario