FAROLES
CIEGOS
Si
te dan pena mis faroles ciegos
al
verme tropezar en los peldaños
del
mármol triste de mis tristes años
lanzando
a Dios mis dolorosos ruegos.
Si
un rostro soy de numerosos pliegos
y
blancos como nieve los castaños
cabellos
de mi infancia, y los extraños
me
insultan con sus burlas y sus juegos.
No
pienses que es mi vida dolorosa
aunque
vista de harapos, y despojos
descansen
donde el cuerpo se reposa.
Un
alma soy humilde, sin antojos,
y
aprende a ser feliz con poca cosa
quien
abre al mundo en su interior los ojos.
TADEO
4 comentarios:
Me alegra ver que sigue imparable ese arte en el manejo del soneto.
Un saludo
Querido Antonio:
Dices bien,amigo, aunque ando muy mal de tiempo con esto de la crisis y el mucho trabajo, sigo haciendo de tripas corazón para no dejar de escribir, con la ilusión, tal vez tonta, de que algún día estos versos me trasciendan. Un abrazo y gracias por todo.
Tadeo
No poder ver otras cosas, nos provoca ver dentro de uno mismo. Saludos, amigo
Gracias, Alfonso por pasar y dejarme tu lúcido comentario. Un abrazo:
Tadeo
Publicar un comentario