LUZ
DE LUNA
En
noches junto al mar, risueña y pura,
la
luna con su brillo de diamantes
se puso
a desquiciar a los amantes
sus
cuerpos empujando a la aventura.
El
labio que al pudor amores jura
llenando
de infinito los instantes
propuso
más que ayer y más que antes
de
ayer, lanzarse al mar de la locura.
Al
centro de la escena daba el foco
de
lumbre natural, y desatadas,
las
lenguas se extraviaron poco a poco
allí
donde no llegan las miradas,
y al joven de costumbres recatadas
la luna
con su luz lo volvió loco.
TADEO
1 comentario:
Tierna pasión rezuma este soneto. Me ha encantado, verdaderamente hermoso.
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