sábado, 28 de abril de 2012

HASTA NUNCA


HASTA NUNCA

¡Hasta nunca, por siempre, compañera!
¡Hasta nunca! En el cielo, el sol espía
dibuja en el cristal, a sangre fría,
su cara más amarga y lastimera.

Tu cuerpo ni me busca, ni me espera,
ni los panes y peces Dios envía
al plato donde engullo la agonía
bajo el tronco marchito de la higuera.

Los labios no son labios, son los mudos
testigos de aquel tiempo adolescente
en que fuimos dos ángeles menudos

en boca de la envidia de la gente,
por locos, por felices, por desnudos,
por seguirle al demonio la corriente.

TADEO

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las envidias hay que dominarlas, sino no le dejan vivir a uno. Por ellas nos hemos visto muy solos, muchos.
Gran poesía, me gusta como lo cice y lo que dice.
Saludoa Alfonso

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Gracias, Alfonso, por dejar tus palabras en mis versos. Un abrazo:
Tadeo