EN TUS SOLES
Inmóvil, en tus soles reflejado,
buscando estoy la luz desde tu altura,
y propia se me antoja la figura
que brilla en tu mirada de prestado.
A tu esfera ocular recién llegado,
perdido tierra adentro en carne oscura,
a salvo en un oasis de ternura
me escondo, de tu cuerpo, en lo sagrado.
Feliz en tu interior, del mundo ausente,
el tiempo se detuvo, o transcurría
de un modo endemoniado, diferente.
Y hasta el viejo reloj de fantasía
gritaba como un loco en rebeldía
estando nuestros ojos frente a frente.
TADEO
Inmóvil, en tus soles reflejado,
buscando estoy la luz desde tu altura,
y propia se me antoja la figura
que brilla en tu mirada de prestado.
A tu esfera ocular recién llegado,
perdido tierra adentro en carne oscura,
a salvo en un oasis de ternura
me escondo, de tu cuerpo, en lo sagrado.
Feliz en tu interior, del mundo ausente,
el tiempo se detuvo, o transcurría
de un modo endemoniado, diferente.
Y hasta el viejo reloj de fantasía
gritaba como un loco en rebeldía
estando nuestros ojos frente a frente.
TADEO
2 comentarios:
¡Qué desafío! Mantener esa mirada plena de ternura y a salvo de las tentaciones...
Bellísimo soneto, querido Tadeo, como siempre es un inmenso placer leer los magníficos versos que surgen de tu pluma.
Un beso grande.
Querida Liliana:
Muchas gracias por dejarme siempre tu ternura hecha palabras. Por gente linda como tú escribo. De lo contrario, me dedicaría a jugar a la nintendo. Besitos:
Tadeo
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