ES TAMBIÉN EL AMOR
Es también el amor cuando me muero
temblando entre las lenguas de la lumbre,
y el agua que se estrella en la costumbre
cuando surca mi piel algún velero.
También, cuando mi vida, un agujero
se vuelve, y la infinita muchedumbre
obliga a que al silencio me acostumbre
atando mi oración al desespero.
Afino el laberinto del oído
y más que el fuego en mis entrañas arde
la gélida ilusión de un dios cobarde,
en lenta procesión, adolorido,
y cruzan el silencio y el sonido
desnudos sobre el cuerpo de la tarde.
TADEO
Es también el amor cuando me muero
temblando entre las lenguas de la lumbre,
y el agua que se estrella en la costumbre
cuando surca mi piel algún velero.
También, cuando mi vida, un agujero
se vuelve, y la infinita muchedumbre
obliga a que al silencio me acostumbre
atando mi oración al desespero.
Afino el laberinto del oído
y más que el fuego en mis entrañas arde
la gélida ilusión de un dios cobarde,
en lenta procesión, adolorido,
y cruzan el silencio y el sonido
desnudos sobre el cuerpo de la tarde.
TADEO
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