AL NAUFRAGIO DE AMARTE
Al naufragio de amarte me empujaba
el faro que en mi cuerpo se encendía
y sólo en mi delirio, la alegría
con cierta triste mano dibujaba.
Estaba y de repente ya no estaba,
velero solitario en noche fría,
y todo lo que ardiente consumía
con los ojos cerrados contemplaba.
Menguaba más el viento, y yo, menguante,
delante del abismo de tus ojos,
mis ojos, un abismo por delante
creyeron encontrar, y los despojos
del barco del placer, en un instante,
se hundieron como se hunden los antojos.
TADEO
Al naufragio de amarte me empujaba
el faro que en mi cuerpo se encendía
y sólo en mi delirio, la alegría
con cierta triste mano dibujaba.
Estaba y de repente ya no estaba,
velero solitario en noche fría,
y todo lo que ardiente consumía
con los ojos cerrados contemplaba.
Menguaba más el viento, y yo, menguante,
delante del abismo de tus ojos,
mis ojos, un abismo por delante
creyeron encontrar, y los despojos
del barco del placer, en un instante,
se hundieron como se hunden los antojos.
TADEO
4 comentarios:
Excelente factura de soneto, sobre todo el primer cuarteto.
UN abrazo.
Querido Noray.
Ante todo, agradecer tu paso por mis versos. Me alegra mucho que este soneto te haya gustado, y creo como tú, el primer cuarteto es lo mejor de él. Un abrazo:
Tadeo
Llegué aquí por casualidad. Bonita poesía y bonito tú también :)
Hola Romek:
Muchas gracias por pasar a dejarme tus palabras. Me da placer saber que mis versos te ha gustado. Un abrazo:
Tadeo
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