domingo, 11 de diciembre de 2011

ESPEJO


ESPEJO

No parece mi doble estar atento,
pero, viva, mi imagen la refleja
y su juego inocente me acompleja
copiando como un tonto el movimiento.

Si estoy triste, me imita, o si contento,
si me duermo, se duerme sin dar queja,
y no busca a mi espalda más pareja
a pesar de lo mucho que le miento.

En cambio, si en su cara me violento,
su rostro me intimida  y cada ceja
eleva, y el cristal, con mudo aliento,

lo empaña y de repente, mi perpleja
mirada le da gracia, y al momento,
su risa viene y va de oreja a oreja.

TADEO

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