NO EN LOS ALTARES
No en los altares, colocarte ansío,
de los dioses, y menos en el cielo,
que es grande el firmamento y más te celo
en mar de nubes que en nuboso río.
No me fío de Dios, y no me fío
en esta ensoñación de mi desvelo,
de lo que vuele, corra, o por el suelo
se arrastre, ser de luz o ser sombrío.
Que yo también de amor, fui ladronzuelo
y humana condición, en su desvío
me empuja a desear un triste velo
en los ojos del mundo, y desvarío
como moro en Venecia, como Otelo,
creyendo que tu rostro es sólo mío.
TADEO
No en los altares, colocarte ansío,
de los dioses, y menos en el cielo,
que es grande el firmamento y más te celo
en mar de nubes que en nuboso río.
No me fío de Dios, y no me fío
en esta ensoñación de mi desvelo,
de lo que vuele, corra, o por el suelo
se arrastre, ser de luz o ser sombrío.
Que yo también de amor, fui ladronzuelo
y humana condición, en su desvío
me empuja a desear un triste velo
en los ojos del mundo, y desvarío
como moro en Venecia, como Otelo,
creyendo que tu rostro es sólo mío.
TADEO
4 comentarios:
Ah, del celo que provoca la osadía de creer que se es el único poseedor de un amor...
Bello, bellísimo soneto, Tadeo, pues no parece escrito por un ladronzuelo :)
Un beso grande querido amigo.
Querida Liliana:
Muchas gracias por dejarme tus palabras. Los celos son un veneno para el alma y he querido dejar constancia de tal sentimiento en mis versos. Yo, que he sido un celoso empedernido, no es raro que haya parido estos versos. Besitos:
Tadeo
Besos, ladronzuelo de amor .
Quizá tu corazón cela porque amar te resulta fácil e inmediato.
Pues qué suerte .
Querida Reyes:
Es cierto, amar me resulta fácil, pero sobre todo porque yo creo en la necesidad de amar de manera compulsiva, jejeje.
Luego, aunque nací celoso, me he ido liberando de los celos poco a poco, a golpe de años y de experiencia vital. Este soneto en concreto no habla de mí específicamente. Doy por sentado que el sujero del poema es más celoso que yo, jejeje. Besitos:
Tadeo
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