EL RAPTO
Con negros golpes mi ciudad discreta
estrena su portón de erguida talla,
y la insomne pupila en la muralla
va como el viento a la humedad sujeta.
Alerta al paso de la rueda inquieta,
ladridos, y en la noche, la batalla
del ruido y el silencio cuando encalla
en mi rostro la sombra de un cometa.
Carruajes y caballos por la escueta
entrada y con la sangre en el colmillo,
conduzco en luna llena hasta el castillo
a una mujer de identidad secreta,
con un puñal que a su altivez se aprieta
y el dedo colocado en el gatillo.
TADEO
Con negros golpes mi ciudad discreta
estrena su portón de erguida talla,
y la insomne pupila en la muralla
va como el viento a la humedad sujeta.
Alerta al paso de la rueda inquieta,
ladridos, y en la noche, la batalla
del ruido y el silencio cuando encalla
en mi rostro la sombra de un cometa.
Carruajes y caballos por la escueta
entrada y con la sangre en el colmillo,
conduzco en luna llena hasta el castillo
a una mujer de identidad secreta,
con un puñal que a su altivez se aprieta
y el dedo colocado en el gatillo.
TADEO
No hay comentarios:
Publicar un comentario