lunes, 19 de mayo de 2008

A UN AMOR MUERTO


A UN AMOR MUERTO

Esa mujer amaba con los ojos atados,
así, como una tonta.
No lo sabía, pero en el fondo de su corazón, bien pequeñito anidaba un nombre,
y en sus ojos, la presencia azulada de alguna estrella.
Él la visitaba, quién sabe por qué motivos
y le hablaba de millones de sueños.
Había que verlo jugar en la cascada de su risa
y ella respiraba con placer su atmósfera.
Eran días al lado de la vida.
Hubo poemas, canciones y suspiros.
En esas horas de poco estudio ella lo amaba,
amaba sus flores que eran como el pan nuestro de cada día.
Ese hombre amaba con las manos atadas,
así, como un tonto,
y por más que luchó no tuvo puertas.
Un día de llovizna apareció en el aire el olor de los amores muertos.
Dejó de visitarla, quien sabe por qué motivos
y no hubo más flores, ni poesía, ni sueños, ni cascada.
Señores,
quiero pedir un minuto de silencio
a favor de un amor que murió con los ojos atados,
con las manos atadas,
así, como un tonto.

TADEO

26 comentarios:

Raquel Graciela Fernández dijo...

Tadeo, no sé por qué, pero siento que este poema lo escribiste para mí. Para mí, para mi hombre, para mi amor, para mi historia. Estoy llorando después de leerlo, y mucho.
Quiero pedirte permiso para publicarlo en mi blog. Y permiso también para escribir algo enlazado a él.
Mirá que leo, y leo, y leo poesía. Todo el tiempo. Pero este poema me sacudió en serio.
Hace un ratito pensaba que iba a pasar mucho tiempo antes de que volviera a escribir poesía. Ahora tengo ganas de ponerme a escribir otra vez.
¿Te das cuenta por qué digo que para mí sos un ángel, que sos milagroso?
Tengo que escribirte largo y tendido. No empecé todavía. Estoy durmiendo con ayuda estos días y las pastillas me hacen seguir de largo.
Te quiero mucho, Tadeo. Mucho.
Un beso grande!

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querida Raquel:
Puedes puplicar el poema sin problema ninguno. Me emociona que te haya tocado de este modo. Besitos:
Tadeo

Raquel Graciela Fernández dijo...

TADEO: AQUÍ TE DEJO LA VARIACIÓN QUE HICE SOBRE TU POEMA. AL LEERLO, SENTÍ QUE HABLABAS DE MÍ, Y DE DANIEL, YA TE LO DIJE. Y LO ADOPTÉ COMO PROPIO.


"Esa mujer amaba con los ojos atados, así, como una tonta.
"Se los habían atado hace mucho tiempo, cuando todavía era una niñita de pan y manteca, de rodillas raspadas y de ositos de felpa batallando con braguitas de satén. Le habían atado también las manos, y la lengua, y las alas de mariposa de los labios de su vulva inquieta. Y así amaba ella, porque no sabía amar de otra forma. Amaba hecha un nudo tembloroso, un nudo de carne y hueso, y músculos, y tendones. Un nudo de trapo y fuego. Un nudo.
"En el fondo de su corazón, bien pequeñito, anidaba un nombre, o quizás una palabra, que había perdido su significado de tanto repetirla en sus eternas noches de sofocos y celo mutilado, una palabra que nunca dejó de morderle el cuello y vomitarle en su rostro siempre prolijamente maquillado, su impronta de caminos diversos y futuros prodigiosamente diferentes. “Libertad”, era la palabra, y la mujer de los ojos atados se asustaba cuando esa palabra subversiva se bañaba en el río fecundo de sus lágrimas.
"Él la visitaba algunas veces, y ella sabía cuáles eran los motivos de esas visitas: él quería desatarle los ojos, y la lengua, y los labios alados de su vulva-mariposa, y, como una dulce paradoja, la ataba con cuerdas reales para amarla, como si esas cuerdas reales pudieran exorcizar los nudos invisibles que la mantenían siempre detenida en la lluvia, siempre detenida en el recelo, siempre detenida en la culpa.
"Él le hablaba de millones de sueños. “Andá probándote”, le decía a la mujer a la que no habían atado nunca con agua bendita y anillitos dorados, y le mostraba vestidos blancos como el esqueleto de la luna, y ella se probaba todos los vestidos; con los ojos atados, con el alma atada, pero se los probaba. Y se miraba en un espejo diáfano, que por primera vez no era de cenizas. Y sonreía.
"Eran días al lado de la vida. Porque la vida era otra, la vida eran los nudos, y las redes asfixiantes, y esos días eran como un pequeño sidecar de ilusión enlazados a la motocicleta de tedio y rutina con la que ella se estrellaba todo el tiempo contra una realidad que le había quedado chica. ¿Cómo no iba a estrellarse, si tenía los ojos atados?
"Hubo poemas, y canciones, y suspiros. Poemas que ella escribió, y canciones que crecieron hasta convertirse en el soundtrack de esta historia, y suspiros porque las esperas eran eternas, y era tan poco el tiempo que había para que él jugara en la cascada de su risa y ella respirara con placer su atmósfera (su olor salvaje a hombre urgente que le recordaba que sus instintos estaban heridos, que la habían domesticado demasiado pronto, que estaba matando todo aquello por lo que valía la pena vivir).
"Ella lo amaba, y amaba sus flores, esas flores que le recordaban que estaba viva, que rompían las palabras congeladas en su boca para que esas palabras devinieran en flechas agudas que atravesaran el pérfido costado de ese depredador ávido que le mordía el alma: el miedo.
"Ese hombre amaba con las manos atadas, así, como un tonto. No pudo amar de otra manera. Ella le contagió sus nudos y sus sigilos. Ella lo contaminó con sus celdas. Y él no tuvo puertas para escapar de un final anunciado, porque ella se había encargado de tapiar todas las puertas.
"Un día de llovizna apareció en el aire el olor de los amores muertos. Llovizna adentro. Llovizna en los ojos, y en las bocas, y en las manos, y en las alas de la inquieta vulva-mariposa que no pudo desatarse y volar hasta incrustarse para siempre en el sexo bendito de ese hombre que amó con las manos atadas, y empaparse gozosa con el luminoso torrente de su semen.

“Señores,
quiero pedir un minuto de silencio
a favor de un amor que murió con los ojos atados,
con las manos atadas,
así, como un tonto.”

"Señores, quiero pedir un minuto de silencio a favor de la que fui y de la que no me atreví a ser, de la que barrió el polvo de una vida rota debajo de la alfombra mágica con la que tendría que haber emprendido vuelo, de la que se desató los ojos, sí, pero lo hizo demasiado tarde."

GRACIAS, TADEO. UN BESO.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Raquel:
He leído todo esto que has escrito usando mi poema como motivo para tus emanaciones poéticas. Me ha parecido muy bien. Eso sí, esto parece parte de tu catarsis. Besitos:
Tadeo

Raquel Graciela Fernández dijo...

Tadeo, esto ES parte de mi catarsis. Son días de catarsis los míos. Cuando termine de purificarme, empezaré a trabajar en otras cosas. Todo es muy reciente, todavía. No agoté mis lágrimas. Me duelen los cuatro costados. Hacía tiempo que no me sentía así.
Un beso.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querida Raquel:
Así es. Cuando muere el amor, uno se queda muy mal. Parece que moriremos de dolor. Tómate tu tiempo. Sólo espero que tu corazón se cure cuanto antes. Besitos:
Tadeo

Camille Stein dijo...

vengo de la página de Raquel Fernández... quería decirte que tu poema me ha parecido una completa delicia... gracias

un saludo

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Camille:
Muchas gracias por lo que me toca, y por venir a visitarme. Me alegra mucho que este poema te haya gustado. Un abrazo:
Tadeo

©Claudia Isabel dijo...

Tadeo, vengo del blog de Raquel y ahora me doy cuenta que hace tiempo nos hemos visitado y no se porqué dejamos de hacerlo. Que bueno que mediante el poema que Raquel te publicó di nuevamente con vos. tus poemas son maravillosos, y este, al igual que a Raquel, me ha conmovido rotundamente...Te dejo mi abrazo y mi dirección del blog de poemas
www.laperladejanis.blogspot.com

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Claudia Isabel:
Dices bien, alguna vez nos visitamos y nos hemos ido alejando de las buenas costumbres. En mi caso es falta de tiempo. Tengo mil cosa encima, y esta locura de llevar mi vida real al día, llevar cuatro blogs, tener amigos virtuales, amigos reales, y escribir versos, aparte de trabajar para ganarme la vida, no da la cuenta.
Muchas gracias por visitarme. Besitos:
Tadeo

Sibyla dijo...

Tadeo, es un poema soberbio!
Lindo, lindo!. Profundo y lleno de
nostalgia y melancolía...por lo que pudo ser y no fue.
No me extraña que le haya gutado tanto a Raquel.
Bien por los dos poemas; por el tuyo y por el de ella, cin pequeñas variaciones.
Felicidades para ambos!!!!!!!!!

Besitos:)

Raiandoelsol dijo...

Hola Tadeo, gracias a Raquel encontré tu maravilloso sentir. Este Poema en particular, emociona y llega muy profundo hasta lo más sensible del ser humano. Te dejo un saludo cordial y el gran placer de leerte.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Sibila:
Muchas gracias por tus palabras. Me alegra mucho que este poema te haya gustado. Me sorprendió que a Raquel le gustara hasta ese punto. Besitos:
Tadeo

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Raiandoelsol:
Para mí es un placer tenerte por mi espacio. Tu visita es un gran placer para mí, pues no soy un poeta muy visitado que digamos. Un abrazo:
Tadeo

© José A. Socorro-Noray dijo...

Sólo puedo leer en silencio. ¡Es una joya!

Enhorabuena.

© José A. Socorro-Noray dijo...

Si no te importa, te pondré entre los Perfumes para un Siglo.

Gracias.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Noray:
Eres bien recibido en este espacio. No sé qué es eso de los perfumes para un siglo, pero si no tengo que pagar, me puedes poner, jejeje. Un abrazo:
Tadeo

© José A. Socorro-Noray dijo...

Un compatriota tuyo, el gran José Martí escribió: "Un grano de poesía es suficiente para perfumar un siglo". Yo he usado la expresión de Perfume para un siglo para mis blog recomendados, porque creo que con ellos podemos cambiar el siglo que estamos empezando. Como escribió Gabriel Celaya, "la poesía es un arma cargada de futuro"
Un abrazo.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Noray:
Ahora me entero de qué va todo esto. Pues yo encantado. No conocía la frase de mi compatriota, pero sin dudas que es genial, como él mismo. Un abrazo y gracias por difundir mi obra.
Tadeo

Santiago dijo...

Un minuto bastaría para resumir la inmensidad del amor, Tadeo.

Pero, ni el universo entero con sus traslaciones e implosiones podrían explicar por qué razón hay que arrancarse, cómo si fuera costra, al amor, los recuerdos y acostumbrarse a la ausencia y la memoria partida.

Un minuto de silencio, entonces Tadeo.

Un saludo, desde Ajedrez.

Isaac Soriano

PD:
Recuerde que uno nunca se encuentra solo en el camino de la poesía; jamás. Un abrazo.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Isaac:
Muchas gracias por las lindas palabras que me dejas. Me alegra mucho tenerte por aquí. Ya sabes que esta es tu casa. Un abrazo:
Tadeo

Anónimo dijo...

Hola Tadeo, qué bueno lo que has generado con tu poema, se puede sacar tantas cosas de un poema! en lo personal un poema mío lo he convertido en un cuento y hasta en una carta, es que como soy poeta ante que cualquier género que parto de ahí. Tu poema me ha parecido un buen final para un amor, una especie de duelo que ha terminado, verdad?
Un placer leerte.Un beso.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Naná:
Qué bueno tenerte por mis versos. Me alegra mucho que este poema te haya gustado. Has dicho bien, es un poema de despedida de un amor que murió como un tonto. Besitos:
Tadeo

Anónimo dijo...

Yo tambien ame asi. asi que me conmovio no imaginas cuanto.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Resonancias Magnéticas:
Muchas gracias por pasar y dejarme tu comentario. He pasado por tus blogs y me han parecido muy interesantes. Besitos:
Tadeo

Anónimo dijo...

Usted ha hecho algunos comentarios agradables allí. Hice una búsqueda sobre el tema y que se encuentran sobre todo la gente con tu consentimiento.