MORTALES
Los años que se van, indiferentes,
más nunca volverán, es fantasía
querer domar el tiempo, es utopía
hacernos, los mortales, permanentes.
Mejor lo saben todos los ausentes
que desde la mansión oscura y fría
nos dicen que al nacer de cada día
se van y vienen nuevos residentes.
La vida es un sonido que, al segundo
de haberse producido se fractura,
y rueda hacia el silencio más profundo.
Naciendo, la vejez está segura,
y el hombre que sin prisas viene al mundo,
no tarda en conquistar la sepultura.
Los años que se van, indiferentes,
más nunca volverán, es fantasía
querer domar el tiempo, es utopía
hacernos, los mortales, permanentes.
Mejor lo saben todos los ausentes
que desde la mansión oscura y fría
nos dicen que al nacer de cada día
se van y vienen nuevos residentes.
La vida es un sonido que, al segundo
de haberse producido se fractura,
y rueda hacia el silencio más profundo.
Naciendo, la vejez está segura,
y el hombre que sin prisas viene al mundo,
no tarda en conquistar la sepultura.
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