domingo, 29 de julio de 2012

LÁPIDAS


LÁPIDAS

En los años de miel, cuando era un niño,
 vi a la abuela marchar y no sabía,
que nunca más su blanda compañía
nos iba a dar la paz de su cariño.

La muerte le hizo trampas, le hizo un guiño
buscando congelar su sangre fría,
cegada ante el misterio no vería
la luz que entre las tumbas escudriño.

La oscuridad del mundo nos arredra
y en lápidas me oculto y desenredo
las piernas y los brazos de la hiedra.

Poniéndome a resguardo me concedo
fundirme en un abrazo con la piedra
sin ver que a ella también la mata el miedo.

TADEO

1 comentario:

Maria Magdala dijo...

Muy hermoso... Saludos