viernes, 9 de marzo de 2012

NO ME ENCUENTRES


NO ME ENCUENTRES

No me encuentres, mujer, que yo me pierdo
en tu ermita más dulce y más sagrada
por gusto, por placer, no digas nada,
y luego, si te he visto, no me acuerdo.

Fabrícame algún nombre si te muerdo,
si sientes un latido, una punzada,
allí donde es tu carne más osada
y el loco vuelve igual o vuelve cuerdo.

Tú que abriste a mi luz tu flor de loto,
y Buda, sin saberlo, te venera
no me encuentres, por Dios, ni pongas coto

a este viaje interior, sin más frontera
que tu cuerpo desnudo, tenso, roto
donde yo, al encontrarte, me perdiera.

TADEO

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