martes, 22 de julio de 2008

AMAR ERA UNA FIESTA


AMAR ERA UNA FIESTA

Al son de las campanas y la orquesta
cantaba la ciudad enardecida.
¡Con qué delicadeza estaba unida
la risa a los sonidos de la fiesta!

Más lujosa la niña y más modesta
su tierna acompañante, en la florida
glorieta, y las promesas de la vida
debajo de su ropa recién puesta.

De pronto una sonrisa y un segundo
eterno, memorable, misterioso,
en el cual el eterno vagabundo

tan esquivo al delirio y al acoso
del monstruo del amor, buscó tu mundo,
y en tu mundo interior halló reposo.

TADEO

4 comentarios:

Raquel Graciela Fernández dijo...

Qué bello soneto, Tadeo. Amar siempre tendría que ser una fiesta (lástima la resaca).
Un beso grande.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Raquel.
Dices bien. Siempre es un placer tenerte por mis versos. Besitos:
Tadeo

Cynthia dijo...

La fiesta entre pieles y aromas...

besos!!!

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querida Cynthia:
Muchas gracias por dejarme siempre tu hermoso comentario. Besitos:
Tadeo