LEJANÍA
Hoy tú, de esta mirada triste, lejos
estás, y estoy, de tanta honda tristeza
como la sombra que se inclina y reza
al dios del más allá de los espejos.
Mis ojos, de cavar en libros viejos,
descienden hasta hallar la fortaleza
del verso donde duerme mi cabeza
borracha de Nerudas y Vallejos.
Y tú, en tu retirado continente,
ausente de las dádivas humanas,
ignoras que tu cuerpo, aquí en mi mente,
empieza a repicar como campanas
y a abrazarse a mi piel y a estar caliente
y a tener de volar mis mismas ganas.
TADEO
Hoy tú, de esta mirada triste, lejos
estás, y estoy, de tanta honda tristeza
como la sombra que se inclina y reza
al dios del más allá de los espejos.
Mis ojos, de cavar en libros viejos,
descienden hasta hallar la fortaleza
del verso donde duerme mi cabeza
borracha de Nerudas y Vallejos.
Y tú, en tu retirado continente,
ausente de las dádivas humanas,
ignoras que tu cuerpo, aquí en mi mente,
empieza a repicar como campanas
y a abrazarse a mi piel y a estar caliente
y a tener de volar mis mismas ganas.
TADEO
2 comentarios:
Así de puñetera es la distancia, querido amigo.
Abrazos y felices fiestas.
Hola El Éxodo.
Así mismo es. Puñetera, jejeje. FELICES FIESTAS también para ti. Un abrazo:
Tadeo
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