EN PUNTA DE AMBOS PIES
En punta de ambos pies me asomo al sueño
en donde hallé su eternidad difunta
y el arma de los celos nos apunta
poniendo en nuestras vidas raro empeño.
Mi sombra se recorta, y más pequeño
parezco ante su sombra que se junta
en vuelo a mi calor y me pregunta
dónde guardo la voz que no le enseño.
Y yo, con la humedad en la mirada
me marcho, de su cuarto, de lo oscuro
tendiendo en su interior una emboscada.
Y dispuesto a saltar del miedo el muro
un arresto en el alma le procuro
pidiéndole perdón a mano armada.
En punta de ambos pies me asomo al sueño
en donde hallé su eternidad difunta
y el arma de los celos nos apunta
poniendo en nuestras vidas raro empeño.
Mi sombra se recorta, y más pequeño
parezco ante su sombra que se junta
en vuelo a mi calor y me pregunta
dónde guardo la voz que no le enseño.
Y yo, con la humedad en la mirada
me marcho, de su cuarto, de lo oscuro
tendiendo en su interior una emboscada.
Y dispuesto a saltar del miedo el muro
un arresto en el alma le procuro
pidiéndole perdón a mano armada.
TADEO
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