sábado, 3 de octubre de 2009

CIERVO ERRANTE


CIERVO ERRANTE

Los pies abandonados, y las manos
andaban cada cual a su albedrío,
corriendo tras el fuego del rocío
allí donde se duermen los veranos.

Mis besos en sus labios más profanos,
y cual monzón, al corazón baldío
llegaron los amores en un río
inundando sus montes y sus llanos.

Quien no probó su miel, quien no la viera
fértil, desnuda, azul y desafiante,
cruzando del placer la cordillera,

cómo va a comprender que, en un instante,
el alma se me ha vuelto un ciervo errante
y estéril y senil, la primavera.

TADEO

8 comentarios:

Antonio dijo...

Hola Tadeo. Solo saludarte, pues no voy a repetir lo maravillosos que son tus sonetos... bueno, ya lo he dicho...

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querido Antonio:
Ante todo agradecer tus palabras, porque digas lo que digas de mis versos, ya ves que por aquí no pasa nadie. Por algo será, jejeje. Un abrazo:
Tadeo

Verónica Calvo dijo...

"corriendo tras el fuego del rocío
allí donde se duermen los veranos."

Qué maravilla, Tadeo. Cierro los ojos y sueño evocando sensaciones de veranos dormidos.
Un abrazo.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querida Ananda:
Muchas gracias por no faltar a tu encuentro con mis versos. Me alegra mucho que este te gustara. Besitos:
Tadeo

Liliana G. dijo...

¡Bellísimo como siempre Tadeo! ¡Qué magia, qué estilo! Tus sonetos arrancan suspiros de admiración.
Es un gran placer deleitarse con ellos...

Un beso grande.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querida Liliana:
Muchas gracias por dejarme tus hermosas palabras en estos versos. Me alegra mucho que te hayan gustado. Besitos:
Tadeo

Lisandro dijo...

Tadeo, siempre admire los sonetos, pero nunca pude hacer uno... me cuestan... por eso me conformo y me pone feliz leer los tuyos, es admirable.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querido Lisandro:
Si te gustan los sonetos, deberías intentar hacerlos. Ya sé que es complicado y cuesta, pero no más que cualquier otra cosa en la vida. Lo importante es dar el paso. En lo que pueda ayudarte, pues aquí me tienes. Un abrazo:
Tadeo