NO
SABRÁS
No
sabrás de verdad si te esperaba
en el
punto y final del buen camino,
si
en mi bar interior o el del vecino
las
copas con tu nombre las tatuaba.
No
sabrás de verdad a qué apostaba
jugando
con los súbditos del vino
cuando
el cruce de piernas del destino
de
tus manos abiertas me alejaba.
Donde
guarda el adiós su ron añejo
curado
por el tiempo y las maderas,
tu
luz duerme borracha ante el espejo.
No
me busques, por Dios, en las hogueras
sólo
vas a encontrar a un diablo viejo
pidiendo,
por favor, que no me quieras.
TADEO