QUE NO ME MUERA YO
Que no me muera yo del mal que muero
ni mueras enterrada en mí tampoco,
que yo quiero morirme poco a poco
pero nunca morirme todo entero.
Que el arco rutilante del acero
final de la guadaña con su foco
no venga a torturarnos cuando loco
resbale por tu pecho el aguacero.
Me basta con la muerte dulce, ignota
del cuerpo cuando estalla en estampida
y es un templo de luz la piel que explota.
Me basta, en tu manzana, la mordida
y el tiempo que se ensancha o que se agota
en el acto mortal de darnos vida.
TADEO
Que no me muera yo del mal que muero
ni mueras enterrada en mí tampoco,
que yo quiero morirme poco a poco
pero nunca morirme todo entero.
Que el arco rutilante del acero
final de la guadaña con su foco
no venga a torturarnos cuando loco
resbale por tu pecho el aguacero.
Me basta con la muerte dulce, ignota
del cuerpo cuando estalla en estampida
y es un templo de luz la piel que explota.
Me basta, en tu manzana, la mordida
y el tiempo que se ensancha o que se agota
en el acto mortal de darnos vida.
TADEO
4 comentarios:
"en el acto mortal de darnos vida"
maravilloso... tengo la boca hecha agua, vaya reacción que me ha provocado tus versos. Sigo por acá. besos
Bien por la vida.
El mejor acto.
Que lindo.
Un beso Tadeo!
Hola Sabina:
Ante todo sé bienvenida en mi casa poética. Muchas gracias por dejarme tan hermoso comentario. Besitos:
Tadeo
Querida Cecy:
Como siempre, gracias por dejarme tus bellas palabras en mi espacio. Besitos para ti.
Tadeo
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