
LA ÚLTIMA CENA
Que el pan ya lo perdí, qué duda cabe,
casémonos entonces con el vino
que nuble la razón, y lo divino
venga a salvar mi fe como Dios sabe.
casémonos entonces con el vino
que nuble la razón, y lo divino
venga a salvar mi fe como Dios sabe.
No importa que el licor mi vida acabe.
Ya siento en mi interior el repentino
placer de emborracharme cual cretino
dejando que su encanto me destrabe.
Ya siento en mi interior el repentino
placer de emborracharme cual cretino
dejando que su encanto me destrabe.
De nada le sirvió la última cena
a aquélla que engañando a su maestro
le dio a beber del vaso de la pena.
a aquélla que engañando a su maestro
le dio a beber del vaso de la pena.
De la fatalidad y lo siniestro
de este amor que mantengo en cuarentena,
no me podrá salvar un Padrenuestro.
de este amor que mantengo en cuarentena,
no me podrá salvar un Padrenuestro.
TADEO
10 comentarios:
Querido Tadeo, qué alegría volver a disfrutar de tus sonetos. Eres todo un maestro.
Y qué decirte??? me ha encantado, tiene sus pinceladas de humor (que lo mismo soy yo, que ando revolucionada), sus toques melancólicos, sus añoranzas y su sentencia. Se puede pedir más???
Un fuerte abrazo
No te salvara un padrenuestro, pero si estas hermosa cena de palabras en maravilloso poema.
Besos Tadeo.
Querida Ananda:
Me alegra mucho que te guste ese soneto. No es un texto escrito recientemente. No me siento en condiciones de escribir, pero al menos, he actualizado el blog. Algo es algo. Besitos.
Tadeo
Querida Cecy:
Muchas gracias por seguir al tanto de mi vida poética. Gracias por tus palabras. Besitos:
Tadeo
Vaya caña que le das al amor, querido.
Y qué inmensa facilidad tienes para la poesía clásica.
Yo , si me lo permites, también me casaré con el vino.
Un beso.
Querida Reyes.
Algo habrá que hacer. En todo caso, que sea un buen vino. A ver si hacemos chin chin, jejeje. Besitos.
Vuelves con fuerzas renovadas. Excelente soneto.
Todo el soneto es magnífico pero los dos tercetos son ciertamente geniales.
Querido amigo Antonio:
He vuelto a medias. La verdad es que he dejado de escribir y ahora mismo no sé si volveré a hacerlo. No estoy bien. No tengo fuerzas para nada. Ya veremos qué sucede conmigo. Un abrazo.
Tadeo
Hola querido Tadeo, aquí estoy nuevamente, disfrutando del inmenso placer de leer tus sonetos.
Cuando la tristeza tiene el sabor del vino, este se vuelve amargo al paladar hasta que el amor sucumba en cualquier cena...
Qué decirte que no haya dicho tantas veces, tus versos saben a gloria.
Un beso inmenso, amigo mío.
Querida Liliana:
Te mando muchos besos y te hago patente mi alegría por tenerte por mis versos.
Tadeo
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