
CAMPANILLA
Ayer, mientras leía en las estrellas
como quien busca en el balcón del cielo
un ave que le espante su desvelo,
sentí sus pasos repasar mis huellas.
No hay pie que deje marcas como aquellas
ni alas que levanten tal revuelo,
ni quedan tantas luces en el suelo
cuando pasan volando otras doncellas.
Ya lo dijo la luz que calla y brilla
que todo el universo es un pañuelo
y puede suceder que en la mejilla
te besen, y el amor, en pleno vuelo
despierte, si le place a Campanilla
servile a tus demonios de consuelo.
TADEO