CARNE
SANTA
Huyendo
del Olimpo de tu boca
el beso
es una flor en desafío,
cuando
el labio sediento de rocío
te
busca en cada sueño y no te toca.
Esta
gota de lluvia que sofoca
el fuego
redentor de mi extravío,
desciende
por tu vientre como un río
y al mar de los difuntos desemboca.
Dos
lunas del ombligo hasta la roca
del
monte del placer, y en lo sombrío
tu
templo me cobija y me provoca
sentirme
un sacerdote de lo impío
que a
entrar en carne santa nos convoca
y
lleno de tu cuerpo me vacío.
TADEO
2 comentarios:
"...el fuego redentor de mi extravío..." Así son sus versos de sublimes, como fuego redentor.. Gracias por ellos...
Luz
Gracias a ti, Luz por alumbrar el páramo de este blog. Besitos:
Tadeo
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