LA
FLOR DEL FUEGO
Fue
tibia como el sol de lumbre grata
experta
en darle al sueño sepultura
y hoy
mata lo que mata y lo que cura
y
cura lo que cura y lo que mata.
No
quiere este dolor llamarle ingrata
ni herir con sus palabras la escritura,
prefiere
despedirla mientras dura
el
rayo del amor que nos delata.
Bendita
oscuridad que nunca miente
ni
deja de alumbrar si triste y ciego
el
llanto nos invita a estar ausente.
Las
flores del sepulcro las anego
amargas,
a la vez que dulcemente
se
extingue en mi interior la flor del fuego.
TADEO
2 comentarios:
Cuanta paradoja hermosa... Es muy bueno... Me ha gustado mucho
Luz
Gracias, Luz por tu hermoso comentario y tu presencia en mis versos. Besitos:
Tadeo
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