VISIÓN SAGRADA

VISIÓN SAGRADA

Entre el espejo y la inquietante lumbre

desnuda cruza la visión sagrada

y el monje con los hábitos  se enfada

a pesar de su santa mansedumbre.

Sin dejar que a la gracia se acostumbre

lo que hay de pecador en su mirada,

los ojos ha entornado cual cruzada

de abismal contrición en certidumbre.

Con la frente pegada contra el muro

escucha del demonio su consejo

como un canto de amor, como un conjuro,

invitándole a ver en el espejo

para a salvo quedar del lado oscuro,

no la visión carnal, sino el reflejo.

TADEO

COMPLICIDAD

COMPLICIDAD

No digas la verdad, no es necesario

poner nuestras palabras en la ruta

de la complicidad más absoluta

contando lo divino y lo contrario.

No es mi lecho, fugaz confesionario

aunque muestre su sábana impoluta,

descalza tus temores y disfruta,

la falta de preguntas y de horario.

Bajo tu vientre esconderé el acero

de mi cuerpo en callados menesteres

hallando en tu silencio lo sincero.

La envidia vas a ser de las mujeres,

pues yo, de toda culpa te exonero,

no importa si me odias o me quieres.

TADEO

MIRARTE

MIRARTE

¡Qué extraña sensación tu compañía!

El mundo ante mis ojos va en aumento,

se expande como vela blanca al viento

sin perder su misterio y su armonía.

Mirarte es un torrente que me amplía

el campo de visión a un cien por ciento,

y me pierdo y me pierdo, estando atento,

los ojos, levitando en plena orgía.

Es loca turbación, es alegría,

aunque, mirando en tu interior, presiento

de siempre, que seremos flor de un día,

que pronto va a morirse el sentimiento

cual jarrón de cristal que se vacía,

mas hoy, por contemplarte, estoy contento.

TADEO

LOS DE ENTONCES

LOS DE ENTONCES

Ya no somos los mismos, los de antes,

con las manos desnudas enlazadas,

el pudor del ayer en las miradas

y la ciega emoción de los amantes.

No somos los furtivos estudiantes

volando, cuerpo a cuerpo, en las jornadas

de dejarnos las ganas dilatadas

en esa eternidad de los instantes.

Mudos cuelgan, por siempre, en mi pupila

llorosos, los recuerdos, las quimeras,

aparcadas, sin más, en doble fila.

Seguro no te acuerdas, o prefieras

atizar el olvido, tan tranquila,

en tu mundo interior de las afueras.

TADEO

EN PLENO VUELO

EN PLENO VUELO

El triste busca un sueño a su medida.

Elige una paloma en pleno vuelo

y se marcha con ella rumbo al cielo

como un ángel oscuro en estampida.

En el aire presiente la salida,

el final de su eterna edad de hielo,

la grieta en el cristal de su desvelo,

una puerta secreta a mejor vida.

La sangre desfilando tras la herida

en su marcha forzada sobre el suelo,

no encuentra compasión que se lo impida.

Y nadie va a saber si el loco anhelo

de lanzarse a volar dará consuelo

a esa imagen de Dios que se suicida.

TADEO

PARA LA PAZ

PARA LA PAZ

Para la paz, encenderás la pipa

dejando a tu enemigo desarmado,

serás de la esperanza el enviado,

el que la guerra y su fragor disipa.

El que alumbra la tierra y la anticipa

a todo paraíso recobrado,

el que saca la lanza del costado

al dios que de la muerte se emancipa.

El que apunta al dolor y le dispara

con el tiro de gracia más rotundo,

el que mira al demonio cara a cara,

el que siembra el amor sobre lo inmundo,

el que todo perdona, el que prepara

un futuro mejor para este mundo.

TADEO

CANTO FÚNEBRE

CANTO FÚNEBRE

Dos pasos a la muerte me adelanto

para ahorrarle trabajos y fatiga

que encuentre en esta mano, mano amiga,

sin odio, sin rencores, sin espanto.

Ya sé que por morir, ayer el llanto

brotaba en mi interior como una espiga,

ya sé que ni me mata ni me obliga

al destino final del Camposanto.

Es tanto lo perdido en vida, tanto,

y tanto es el dolor que me castiga

que sólo por morirme me levanto

y avanzo hacia la muerte con la intriga

de saber si en el eco de su canto

alguna nota habrá que me bendiga.

TADEO

ENTRE DIENTES

ENTRE DIENTES

Entre dientes su pecho me suplica

intercediendo ante el pudor ajeno,

que deje con mi mal de hacer lo bueno

sobre el cuerpo desnudo de la chica.

Expone sus razones y se explica

de buena ley el formidable seno

pero ya mi saliva es su veneno

y el placer como un dios, se magnifica.

El juego se complica y se complica

y entramos de repente en un terreno

que no puedo explicar, pues si se explica

el verbo, sin querer, se vuelve obsceno,

y es su pecho una flor que no se achica

pero cede a la voz del desenfreno.

TADEO

ESPECTRALES

ESPECTRALES

Inmóvil, no responde, no respira

mi cuerpo en el instante en que rebasa

tu sombra las paredes de mi casa

y dulce es el aliento del que expira.

Tu espectro, bailarina, gira y gira

al centro de mi sueño y se nos pasa

el tiempo, y se hace eterno, o se retrasa

desde la ingravidez del que te mira.

Tu imagen, de la noche, en los encajes

se mezcla con las olas del sonido

cual magia de sutiles engranajes.

Y en medio del onírico fluido

levito en la quietud de los celajes

y caigo, y cuando caigo, ya te has ido.

TADEO

EL MUNDO VI PASAR

EL MUNDO VI PASAR

El mundo vi pasar desde la oscura

niebla infantil de los primeros años

llorando entre algodones y entre paños

con una falsa pose de amargura.

Ausente de mi cuerpo la estatura

miraba a los demás con sus tamaños

tan doctos en librarme de los daños

poniendo a mi torpeza sabia cura.

Crecí, desarrollé con desmesura

a fuerza de incontables cumpleaños

y crecer, más que gozo, fue tortura,

pues pronto comprendí que cual rebaños

de reses a encontrar la sepultura

marchamos tanto propios como extraños.

TADEO

LOCOS JUICIOS

LOCOS JUICIOS

En cada paraíso descubierto,

al fondo del abismo o en la altura,

se funden lo que mata y lo que cura

como el agua en los labios del desierto.

Lluvia, la nube, sobre el árbol muerto

derrama con exceso de ternura

y el viento llega tarde, y su frescura

desciende tronco abajo en desconcierto.

Audaz el sol, al coronar incierto

el reino de la noche más oscura

encuentra al extinguirse el cielo abierto.

Y yo, que duermo en paz, la paz me dura

un soplo, porque sueño estar despierto

buscando una razón a mi locura.

TADEO

ÚLTIMA CITA

ÚLTIMA CITA

He vuelvo con la muerte a darme cita

en territorio hostil, en tierra inerte,

la muerte es como Dios, pero más fuerte

pues toda vida en mí, la decapita.

Y si el grito de Dios mi suerte evita

y su magia ancestral el ciclo invierte

no importa, porque el tiempo de la muerte

se cierne sobre mí, se precipita.

Cerrados van mis ojos, y el aliento

no empaña los cristales ni le quita

mi cuerpo al camposanto su alimento.

No por triste la muerte está maldita

ni darle tierra al alma es un tormento

pues la muerte al final, te resucita.

TADEO