JUEGOS
DE MUERTE
Como
el brazo fluvial que se apresura
a morir
en el mar por accidente,
de
la noche, la savia, en la corriente,
penetró
mar adentro en su cintura.
Un
juego fue de dos, de envergadura
mortal,
pues dando vida la simiente
una
luna en su cuarto mal creciente
llamaba
a enfermedad de extraña cura.
Nadie
quiso saber, estaba sola,
el
cuerpo le temblaba como un río,
y dentro
de su oscura caracola
hurgaba
sin piedad el hierro frío
dejándole
en el alma un gran vacío
y en
el cuerpo una mancha de amapola.
TADEO
2 comentarios:
Como para no temblar con su poesía.... Es mmuy buena y sobrecogedora. Un abrazo, poeta
Jerónimo
Gracias, Jerónimo. Me alegra mucho saber que estos versos te han gustado. Un abrazo
Tadeo
Publicar un comentario