LA MONJA

LA MONJA

Ella que es fuego en su interior, afuera

permanece dormida, gris, ausente,

tal parece, delante de la gente,

que el miedo a despertar la consumiera.

Tras su negra y difunta cabellera,

oscuro, el laberinto de su mente

asusta, y su mirada intermitente

lo mismo muestra un ángel que una fiera.

Una muerta viviente, casi viuda,

se encamina a la iglesia en esta hora

en que el diablo a los dioses pide ayuda.

Ella dice que Cristo la enamora,

que sólo en su presencia se desnuda

y la mano le tiende cuando llora.

TADEO

LENGUAS DE FUEGO

LENGUAS DE FUEGO

Las lenguas, de la muerte, son testigos.

Al fuego van, el brujo, la hechicera,

y el verdugo, en el centro de la hoguera,

los ata como a dioses enemigos.

Abajo están los nobles, los mendigos,

la Santa Inquisición, la Santa Fiera,

queriendo, entre las brasas, que se muera

el mal, con toda suerte de castigos.

Jesús baja del cielo en una nube,

divina compasión que se derrama,

el humo es Satanás ardiendo, y sube

del centro de la plaza, Dios los llama

 y nombra serafín, después, querube,

al alma del varón y de la dama.

TADEO

PROHIBIDO TOCAR

PROHIBIDO TOCAR

Muerte, se mira, pero no se toca.

Has vuelto de esos raros universos

y todas las palabras y los versos

de tristes se me pudren en la boca.

  Has vuelto, a reducir la anciana roca

en rostros diminutos y diversos

y vagan en el viento, cual dispersos

granos de polvo, de mirada loca.

  Si así trataste al monte, qué nos queda

abierta ya la puerta al sacrificio,

qué cara o cruz me salva, qué moneda

 al aire he de lanzar para un resquicio

abrir, y que la Parca me conceda

sacarte de la mente el santo oficio.

TADEO

ROMEO Y JULIETA

ROMEO Y JULIETA

La luna vio trepar el gigantesco

balcón del Capuleto, y la doncella

borraba de su amante toda huella

negando a sus estancias, dulce, el fresco.      

A causa del infausto parentesco

se abrazaba la bestia con la bella

en tanto su familia, en la querella

mortal, se encadenaba a los Montesco.

Quien ama es como Dios, y no habrá meta

capaz de detenerlo, y su deseo

de triunfo es una pócima secreta.

Y viéndola en los brazos de Morfeo,

la creyó muerta, se mató y Julieta

subió a los cielos y encontró a Romeo.

TADEO

ERES TÚ

ERES TÚ

Una estrella fugaz del firmamento

que en silencio atraviesa la espesura,

del río del placer, el agua pura,

el labio de la flor besando al viento.

La piel de fruta fresca, el alimento

que mi lengua famélica procura,

el látigo feroz que me tortura

para darle a mis besos escarmiento.

La que corre desnuda y me complace

en los sueños de playas y palmeras,

y luego, de repente, se deshace.

La diosa de las gélidas maneras

que me obliga a callar cuando me place

llenar de mieles mis palabras fieras.

TADEO

SUEÑO ADENTRO

SUEÑO ADENTRO

Con los pies en el agua, con la vida

cayendo como un barco en el abismo,

la imagen reflotada de uno mismo   

en los sueños encuentra una salida.

En esas negras aguas, sumergida,

la llama del amor, con su mutismo,

parece en la distancia un espejismo

y el mar, un amuleto que nos cuida.

Los peces, al cruzar las lloradoras

cascadas de la mente me confieren

eterna salvación en esas horas

en que todas las sombras que me hieren

remontan, sueño adentro, las auroras

y al despertar, en mi interior se mueren.

TADEO

SEGURO NO TE ACUERDAS

SEGURO NO TE ACUERDAS

Seguro no te acuerdas, a mi lado

estabas y no estabas, era oscuro,

la puerta vi cerrarse del futuro

en medio de un presente congelado.

En aquel tristemente recordado

instante en que el silencio se hizo duro,

lancé contra tus hielos un conjuro

tan sólo por la muerte pronunciado.

Seguro no te acuerdas, ni lo sabes,

mas, yo guardo en el fondo de mi mente

a la par de mis voces blancas, suaves,

aquel instante en que grité, insolente,

lanzando sobre ti, por accidente,

la más oscura entre las negras aves.

TADEO

LA MAGIA DE LA VIDA

LA MAGIA DE LA VIDA

Comienza el mundo en este mismo instante.

El supremo ha extraído del arcano

sombrero, el universo, grano a grano,

dejándole una vida por delante.

El bien, del guante blanco, el mal, del guante

oscuro, puso Dios en cada mano,

y al unir ambas dos nació el humano

bendita dualidad carbón diamante.

Algo mata en el hombre y algo brilla,

un ángel que al salvarse más se daña,

un diablo naufragado en propia orilla,

preguntando mil veces por qué extraña

razón, el cuerpo trocará en arcilla

cuando llame a la puerta la guadaña.

TADEO

SAN VALENTÍN

                    

SAN VALENTÍN

                    

Espera, no silencies con carmín

el verso en este mágico febrero,

no amordaces mi boca, que antes quiero

decirte lo que siento, pues al fin

te tengo detenida cual violín

que espera al violinista, o marinero

que alegre lanza al viento su velero

en esta noche de San Valentín.

Espera, que a mis labios obedece

tu lengua milagrosa, que me inflamo

si jugosa y feliz desaparece.

Regálame tu cuerpo, tramo a tramo,

que va encendida el alma y me apetece

decirle a los fantasmas que te amo.

TADEO

SOMBRA FUGAZ

SOMBRA FUGAZ

Por el sendero junto al mar, abierto,

de arena fina en desigual relieve

sus pasos va archivando en lienzo breve

una sombra fugaz de rostro incierto.

Del ajeno mirar al cubierto

con la locura del andar se atreve

y el golpe va impidiendo de la nieve

con la fe de las almas que se han muerto.

Desnuda posa al mundo, mientras viola

con su cuerpo de sal lo establecido

como una desquiciada caracola,

que sorda tras el eco del sonido

del viento, por la playa muere sola

esclava del recuerdo del olvido.

TADEO

HECHICERA

HECHICERA          

La hechicera el sudor sobre la frente

con un gesto diabólico retira

y un ojo de cristal se empaña y mira

brotar algo de mí como una fuente.

Aprieta sus anillos la serpiente

con rostro de mujer, y gira y gira,

y viendo que mi sangre se retira,

me pide con un grito que me ausente.

Nunca es tarde para el que nada espera.

Su insensato y pueril divertimento

despertó en mi interior la oculta fiera,

y sin dar elección, sin argumento,

en su cuerpo desnudo, en su caldera

cocinamos amor a fuego lento.

TADEO

DESGRACIADA

DESGRACIADA

Dime por qué con tanta gracia anida

dentro de ti, si no naciste diosa,

la lumbre, ya cadáver, de la esposa

extinta y en camino a mejor vida.

Dime por qué, en la principal salida,

lo mismo que al inicio, recelosa,

del laberinto del amor, tu rosa

me pide por favor que me la pida.

Será que tienes la intención malvada,

será que ocultas en tu mente inquieta

las ganas de hacer fuego en mi mirada.

No sigas con tu lámpara secreta

trayéndola al abismo, desgraciada,

que vas a despertar en mí al poeta.

TADEO

AGUJERO NEGRO

AGUJERO NEGRO

En el espacio inexplorado, ignoto,

que forma la mitad de nuestra cama

la noche se ha dormido, y se derrama

su manto como un bálsamo remoto.

Hereje de la luz y fiel devoto

de la tenue inclemencia de la llama

del sirio, las agujas de la dama

oscura, van cosiendo un llanto roto.

Tras la urgente sutura no es preciso

la intervención divina de la ciencia

haciéndole a los dioses caso omiso.

Este negro agujero es la carencia

de amor cuando ha explotado el compromiso

y surge un universo de tu ausencia.

TADEO