MALOS
HUMOS
El
cilindro a merced de la vitola
un
incendio vislumbra en su futuro,
volutas
ascendiendo al cielo oscuro
un
cuerpo a fuego lento que se inmola.
El
pulso las cenizas las controla,
calada
tras calada, sin apuro
su
muerte, y cabalgando sobre el puro
la
boca que lo chupa, que lo viola.
El
tiempo va flotando en la neblina
y el
ojo encuentra el mundo gris, opaco
en medio
de una nube densa o fina.
Y
fieles, los amantes del tabaco
encuentran
sugestivo, afrodisiaco,
los
besos con sabor a nicotina.
TADEO
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