DE DÓNDE SALES TÚ
De dónde sales tú, de dónde vienes
con palabras tan llenas de vacío
obrando con tu cuerpo el desafío
de hacer de mis dos manos tus rehenes.
Qué gracia angelical es la que tienes
que tanta flor helada la deslío
y las lenguas se empapan de rocío
cuando chocan los sexos como trenes.
No encuentro en el crujir de tus enaguas
aunque todos mis dedos son espías,
un indicio fugaz de lo que fraguas.
No das tu contraseña, ni confías,
pero todas las noches rompes aguas
y tus ganas sofocas con las mías.
TADEO
1 comentario:
Lo leo una y otra vez, y el soneto toma fuerza de arranque, como ese tren del que hablas. Tiene momentos, en cada verso,que me han encantado, y eso del crujir de las enaguas.. es muy bueno.. Besitos, Tadeo.
Eva
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