CULTOS
MISTÉRICOS
Soy
el pez, cuando el mar es la locura,
el
árbol bajo el fruto de su sombra,
soy
el canto del ave que te nombra
desnudo
en el trinar de tu cintura.
Peregrino
de amor en selva oscura
que ante
tu luz mistérica se asombra
y
esconde para ti bajo la alfombra
la
llave de violar su cerradura.
Te
acercas con tus pies de pasos leves
y me
convierto en lobo o en vampiro
o en
hombre abominable de las nieves.
Y
cuando estás del beso justo a tiro
de
un golpe te haces humo, no te atreves
y te
dejo escapar como a un suspiro.
TADEO
1 comentario:
¿QUIEN SE AHUYENTA DEL SUSPIRO, DULCE POETA?
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