LA
ESTRELLA DE DAVID
Las
piedras que mataron al gigante
trajeron
el aliento y el suspiro
al
astuto David poniendo a tiro
el
rumbo de su vida en un instante.
Mostrando
su destreza y su talante,
con
un inesperado y fuerte giro
a
Goliat dio en la frente y sin respiro
dejó
a su corpulento contrincante.
Pudo
más el pequeño que el atlante
monarca
del poblado filisteo
y el
hijo de Saúl, con su vibrante
victoria
dio a su tribu, en jubileo,
con
el halo de Dios en el semblante,
la
estrella de un gran rey al pueblo hebreo.
TADEO
2 comentarios:
FENÓMENO, DAVID, EL SONETO Y USTED...
SALUDOS
Gracias, Alfonso, por tus palabras. Siempre un placer compartir mis sonetos contigo. Un abrazo:
Tadeo
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