EL
JUEGO DE LOS TRISTES
Si
juego con los tristes a este juego
será
porque te pienso y luego existo,
pero,
infiel, en las noches me resisto
a
beber de las aguas de tu fuego.
No
es tiempo de entregarte, ni me entrego,
y aunque en sueños te beso y te desvisto,
prefiero
ser tu Buda, o ser tu Cristo
y
rezarle en la cruz a un ojo ciego.
No
te salves, en cambio, de esta mente
oscura,
en confusión, en mal estado,
tratando,
en su temor, de ser valiente.
Aunque
me he de tu cuerpo desterrado
y grite
la verdad como el que miente,
te
guardo en el altar de lo sagrado.
TADEO
2 comentarios:
Un amor envuelto en dudas que prioriza el sueño a la realidad.
Muy bueno, Tadeo!!
Cariños...
Gracias, Oriana, por tus palabras. Siempre es un placer tenerte por mis versos. Besos:
Tadeo
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