DESPERTAR
Desértica
la noche, y la jornada
comienza
lentamente cuando el sueño
se
marcha ante el reflejo, ya sin dueño,
de un
rostro dibujado a mano alzada.
La
sombra por la lumbre derrotada
es
sol que a la medida me diseño,
converso
con el fuego a pie de leño
y en
llamas me devuelve la llamada.
No
por pedir a Dios sus santos dones
extiendo
en cruz las alas y del nido
me
ausento doblegando tentaciones.
No a
la gracia del Cielo me convido,
no
merece gozar de bendiciones
quien
lleva el alma rota y va dormido.
TADEO
1 comentario:
ℓ❀Vε
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