DELIRIOS
Delirando por esa extraña fiebre
que inflama la pasión, el fuego avivo
en su nombre, y me trazo el objetivo
de su altar encender y su pesebre.
En la fragua sagrada de la orfebre
nocturna, soy incendio radiactivo,
su cuerpo, como a un árbol, lo derribo
buscando se consuma o se requiebre.
Mas, no llega a prender, está dormida
o se ha muerto, quizás, o se contenta
buscando nueva lumbre en otra vida.
Entonces quién atiza, quién alienta,
quién busca que esta llama esté prendida,
lanzándome al dolor sin darse cuenta.
TADEO
2 comentarios:
Muy buenos tus sonetos!! "incendio radiactivo" muy original.
Saludos.
Lo.
PD: hoy necesité leer unos poemas así; fue un placer.
Hola Anónimo:
Para mí es un placer que la gente encuentre en mis versos sosiego, paz y poesía. Para eso escribo. Un abrazo:
Tadeo
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