ESPEJO
No parece mi doble estar atento,
pero, viva, mi imagen la refleja
y su juego inocente me acompleja
copiando como un tonto el movimiento.
Si estoy triste, me imita, o si contento,
si me duermo, se duerme sin dar queja,
y no busca a mi espalda más pareja
a pesar de lo mucho que le miento.
En cambio, si en su cara me violento,
su rostro me intimida y cada ceja
eleva, y el cristal, con mudo aliento,
lo empaña y de repente, mi perpleja
mirada le da gracia, y al momento,
su risa viene y va de oreja a oreja.
TADEO
No hay comentarios:
Publicar un comentario