EN EL ANDÉN
Es tarde en el andén, el aire viene
preñado de las luces del ocaso
y el tren, con varias horas de retraso,
anuncia su presencia y se detiene.
La carga pasajera que contiene
se lanza en estampida, se abre paso,
y el tiempo se hace eterno o se hace escaso
pidiendo al corazón que se refrene.
Unas manos, un rostro, una sonrisa
despejan el temor, el dulce enojo,
y mi nombre meciéndose en la brisa
invita a suspirar, y en un manojo
de nervios, vi fundirse mi camisa
contra la diosa del vestido rojo.
TADEO
4 comentarios:
Tadeo saludos (: ahora que sí apremia el tiempo (:, nos leemos
Atte: Cecy
Gracias por pasar, querida Cecy. Te mando muchos besos. Estamos en contacto. Tadeo
Realmente, muy, muy bueno.
Abrazos.
No dejaremos escapar el tren. Será un alivio aguardar su llegada, con el vestido que más nos guste imaginar. Precioso. Besitos
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